Alma de Nogal : Los Chalchaleros

sábado, 24 de marzo de 2012

LA NACION: Inés Pujana, Activistas Humanitarios Pacifistas del Jardín Urbano. ( guerrillas abstenerse)



Activistas de jardín

Es un nuevo tipo de grafiti urbano que se expresa con plantas y flores. Siembra conciencia verde en las calles de todo el mundo. Aquí están, éstos son, los guerrilleros de la jardinería

Por Inés Pujana


Orgullosas. Mujeres realizan una acción en las calles de Londres. Poco tiempo después de que la revista Time haya anunciado al protestante o indignado como el personaje del año 2011, y en el marco de un mundo cada vez más convulsionado e irritado, un nuevo fenómeno se está abriendo paso en las grandes ciudades, aunque con un tinte un tanto más pacífico y ecologista. Se trata de una guerrilla armada, pero no de fusiles ni de granadas, sino de un tipo de munición diferente, sumamente necesaria para la ciudadanía, acostumbrada a estar rodeada de bloques grises de cemento. Esta guerrilla verde ataca con flores, tallos, hojas, bulbos y semillas, ayudada de algunas palas, algún que otro rastrillo, mangueras, carretillas, bolsas de tierra y regaderas. Su propósito: llevar la prolija desprolijidad de la naturaleza a esos espacios abandonados de la ciudad, que de tanta falta de vida hacen que a uno directamente se le seque la boca.

El movimiento, que renació hace unos años en Londres (en realidad los primeros guerrilleros verdes independientes datan del 1800) y ya se desperdigó por múltiples ciudades alrededor del mundo, como París, Los Angeles e incluso Buenos Aires, se llama Guerrilla Gardening (Guerrilla de Jardinería) y podríamos definirlo perfectamente como un nuevo tipo de grafiti urbano que se expresa con materiales vivos. Se trata de jardineros que toman por asalto lugares públicos y los embellecen, sin pedir permiso.

El inglés Richard Reynolds es el propulsor de esta organización, creada en 2004 con el simple propósito de embellecer el abandonado barrio de residencia de Reynolds, en el distrito de Elefante y Castillo (así se llama) de Londres. Sin embargo, lo suyo no quedó allí, ya que el sitio de la organización (www.guerrillagardening.org) atrajo la atención de los medios y de muchos otros guerrilleros de la jardinería, inspirando a miles de personas alrededor del mundo a sembrar semillas por doquier.

Hoy, Reynolds se dedica a hacer ataques con patrullas locales por Inglaterra y a viajar por el resto del globo acompañando a otros guerrilleros, de los que, dice, aprende cada día más. Incluso fue contactado por Camilla Parker Bowles, mujer de Carlos, príncipe de Gales, para acompañarlo a dar un paseo y ayudarlo a podar lavandas. Tal es el furor que en Australia los guerrilleros verdes incluso han inspirado una serie de televisón.

Cada una de estas células guerrilleras lleva adelante un blog en el que dejan constancia de sus últimos trabajos, que suelen hacerse de noche, fuera de la mirada de la ciudadanía o de las autoridades. Ponerse de acuerdo no es complicado; la tecnología, de hecho, facilita enormemente el proceso: a través de las redes se deja asentado dónde tendrá lugar la próxima acción, congregando a cuantos quieran sumarse.

En estas acciones de guerrilla es importante usar plantas que no requieran muchos cuidados, las cuales deben colocarse no en una plaza o lugar público que sea atendido periódicamente, sino en un espacio al que normalmente nadie prestaría atención ni cuidaría. Esto no quita que los lugares elegidos no sean en general bastante concurridos, de modo que el mensaje que se busca difundir cumpla su cometido.

A pesar de que estas acciones muchas veces violan las regulaciones de las ciudades en donde ocurren, los guerrilleros no suelen esperar interferencias por parte de las autoridades, fundamentalmente porque éstas tienen problemas más importantes que atender, y porque su accionar es por sobre todas las cosas benéfico.

Hay excepciones, como puede verse en un video publicado por Reynolds en el que la policía interviene durante una acción a través de la cual intentaban refaccionar un espacio de tierra pública. El grupo igualmente decidió continuar con las tareas a espaldas de los uniformados, una hora después de que éstos partieron ( http://bit.ly/zhthAH).

Los antecedentes

Existen variantes de este movimiento. En algunos lugares hay guerrilleros verdes que se dedican no sólo a sembrar flores, sino a levantar huertas urbanas en lugares públicos, para alimentar a la ciudadanía y librarla del rol pasivo de consumidor, convirtiéndola en artífice de la propia nutrición.

Los guerrilla gardeners más extremos son los que llevan adelante su accionar intentando transmitir un mensaje de reforma agraria. Su protesta va en contra de la propiedad privada que descuida la tierra, no cultivándola ni dejando que otros la cultiven. No se atienen, como el resto de los guerrilleros, a la idea de que sólo los espacios públicos deben ser cultivados, sino que piden una reconsideración de las leyes de la propiedad privada, para impedir que las tierras sean descuidadas y queden en desuso.

Una de las primeras manifestaciones de estos guerrilleros de la jardinería surgió en 1970 de la mano de Liz Christy, que junto a los Green Guerrillas transformó un lote abandonado de la ciudad de Nueva York en un jardín público. Luego de la acción lograron que el alcalde de la ciudad les otorgara el predio. Se encuentra en la esquina de Bowery y Houston, en NY (http://www.lizchristygarden.org/).

Existen otros casos de plazas creadas por la ciudadanía, como el de People's Park, un predio abandonado y propiedad de la Universidad de California, que en 1960, en Berkeley, fue convertido en parque público por un grupo de ciudadanos que reclamaba su puesta a punto. El parque está abierto al público desde entonces.

Cómo empezar
Entre las acciones recomendadas por la página de la organización GuerrillaGardening.org para crear una propia célula y difundir el mensaje, se encuentran las siguientes:

Leer sobre las acciones que otras células han llevado a cabo, tanto en el blog de las mismas como en el chat de la comunidad.

Postear en el chat de la comunidad local una imagen del espacio que a uno le gustaría mejorar y atacar.

Esperar a que otras personas den su apoyo para llevar adelante la acción.

Anunciar una fecha y finalmente llevar adelante las tareas guerrilleras.

Conseguir las plantas. Tienen que ser baratas, resistentes y cuanto más llamativas mejor, para dejar asentado el mensaje.

Utilizar materiales mejoradores de la tierra, en caso de que hagan falta. El humus de lombriz es una gran opción.

Sembrar, plantar, podar y cualquier otro tipo de acción que necesite el terreno.

Limpiar el lugar de trabajo, utilizando bolsas plásticas para levantar los residuos.

Compartir las fotos y los reportes de la acción enviando un mail a digs@guerrillagardening.org
 o posteándolos en la propia comunidad.

.Más allá de que la tarea haya sido exitosa, muchas de las plantas recién cultivadas necesitan cuidados posteriores, sobre todo riegos durante el período en que la semilla está germinando. Los guerrilleros entonces emprenden la tarea de informar a los vecinos sobre acciones llevadas a cabo, incentivándolos a ocuparse de las plantas de ahí en adelante. Los carteles haciendo un llamado a la comunidad a veces son igual de efectivos.

Para aquellos a los cuales la tarea de crear un propio grupo resulta demasiado intimidante siempre existe la posibilidad de unirse a un grupo ya creado, siempre y cuando haya alguno operando en el propio pueblo o ciudad.

Los guerrilleros de la jardinería ya se esparcieron por todo el mundo, y su accionar varía de país a país, con formas más o menos originales de llevar adelante su tarea y con ideales más o menos radicales. Son una expresión de la ciudadanía que sale a la calle para cultivar la tierra y dejar en claro su mensaje de compromiso, trabajo por la comunidad y responsabilidad ciudadana.

EL MOTOR DEL MOVIMIENTO

Richard Reynolds es el alma máter de los guerrilleros de jardinería en Europa y una verdadera inspiración para miles de personas alrededor del mundo. Tanto es así que ha sido elegido para ser una de las 8000 personas que transportarán la antorcha olímpica a través del Reino Unido previo a las Olimpíadas.

Aquí cuenta su experiencia.

-Empezaste el blog Guerrilla cuando tenías 26 años. ¿Algún amigo te ayudó en la cruzada?

-No al principio, pero gradualmente, a medida que les fui compartiendo lo que hacía, algunos se sintieron interesados y me recomendaron lugares cercanos adonde vivía para seguir con las tareas. Luego de 18 meses, recibí más ayuda de gente que fue descubriendo la página y escuchando sobre lo que hacía en los medios.

-¿Dónde estudiaste jardinería?

-Aprendí de mi madre, de mi abuela y de mi maestra de matemáticas y música de la escuela. Los jardineros están siempre aprendiendo de la prueba y el error, incluso de maestros pasajeros, y de visitar otros jardines y hablando de ellos. Más recientemente y durante un año, estudié en el Capel Manor College de Regent's Park.

-¿Cómo te enteraste por primera vez del movimiento? ¿Quién fue tu mentor en Guerrilla Gardening?

-Nunca había sabido de ello cuando empecé a hacerlo y a bloguear sobre el tema. Fue luego cuando descubrí referencias online sobre acciones que se habían llevado a cabo en Nueva York y Toronto, y empecé a encontrar similitudes y diferencias con lo que yo hacía. Recién cuando me pidieron que escribiera un libro sobre el tema tuve la oportunidad de viajar al extranjero, conocer a otras personas y saber aún más.

No tuve ningún mentor.

-¿Cuántos usuarios registrados tiene el forum de Guerrilla Gardening hasta la fecha?

-Más de sesenta mil.

-¿Qué lugares del mundo pudiste recorrer gracias a Guerrilla Gardening?

-Tuve la oportunidad de trabajar en Trípoli, Berlín, París, Moscú, Toronto, Zurich, Varsovia, Estocolmo y Essen. También he conocido jardineros de guerrilla de Botswana, Islas Mauricio e India.

-¿Cuál fue la acción más sorprendente en la que participaste?

-El campo de lavanda que cultivamos en Londres. Se trata de una duradera y vasta área y yo fui su ejecutor. Donde sólo crecían pastos y hierbas ahora prosperan cientos de plantas de lavanda, tulipanes, arbustos e incluso ruibarbos y tomates. El tráfico rodea la plazoleta por todos lados. Todavía no tenemos un acuerdo formal para su cultivo, nada por escrito. El área está dividida entre dos ayuntamientos, pero la verdad es que no intervienen. Incluso ha sido visitado por la realeza.

-¿Cuál es el país en el que considerás que más han prosperado las acciones guerrilleras?

-Los movimientos más dinámicos se encuentran en Alemania, Italia y Gran Bretaña. Aun así, para mí es difícil medirlo, ya que sólo me entero de lo que ha sido publicado en inglés. Sé que mi libro ha sido muy popular en Gran Bretaña y Alemania.

-¿Llevás la cuenta de las acciones en las que has participado?

No las cuento, pero ya llevo siete años y medio realizándolas. Una vez que intervenimos un espacio, hay muchas razones para regresar, como atender las plantas y limpiar el terreno.

Yo generalmente me ocupo de siete jardines y de muchos otros canteros de árboles.

ARTICULTORES: ARTE, HUERTA E INMIGRACION EN BUENOS AIRES

La expresión más acabada que existe hasta el momento en la Argentina de este movimiento la lleva adelante Articultores, un grupo de artistas "interesados, comprometidos e inspirados" en el mundo que los rodea, tal como nos cuenta Judith Villamayor, alma máter de la agrupación. Su principal cometido es dar vida a tres conceptos: arte, huertas e inmigración, sembrando plantas comestibles en espacios públicos y abandonados. El movimiento empezó el 9 de Agosto del 2009, en Lavapies, España, por la acción de Judith junto a su amigo Luis Tamayo, padre fundador del Invernadero de Lavapies. Juntos pusieron manos a la obra para diseñar un proyecto que le encargó a Judith el director del Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA), Ricardo Ramón Jarne, para una muestra en dicha institución.

"Dictamos cursos libres, abiertos y gratuitos dentro de tres áreas. La primera incluye el abordaje de temas como la alimentación y las energías renovables, con cursos de huertas en maceta, horno solar, cocina viva y nutrición. La otra gran área son los talleres de arte. Y la tercera y última área tiene que ver con cursos de uso de software y hardware libre", dice Judith.

-¿Qué función cumple la horticultura urbana?

-Como articultores la función que más destacamos es la social, ya que las huertas públicas y comunitarias establecen vínculos entre los vecinos. Es una práctica que baja el estrés y que ayuda a recomponer el equilibrio devastado por el uso anticuado del espacio urbano. Es por esto que creemos que siempre debería destinarse un pedacito de los espacios públicos a los huertos barriales, y que los techos verdes deberían ser obligatorios en las grandes ciudadades.

-¿Cualquiera puede unirse?

-Sí, e incluso vamos un paso más adelante, ya que consideramos que cuando alguien coincide con lo que planteamos, automáticamente pasa a ser un articultor y puede empezar a trabajar en su propio barrio, casa, escuela o trabajo.

-¿En qué otros lugares están?

-En Bahía Blanca, Córdoba, La Plata, Montevideo y Río de Janeiro, entre otras ciudades.

-¿Encontraron resistencia a intervenir espacios públicos por parte de las autoridades?

-No, nunca. De hecho, muchas veces las autoridades se transforman en interesados interlocutores y nos cuentan de sus huertas domésticas. Incluso tenemos una huerta en la puerta de la comisaría de la calle Peru al 900. No somos un grupo confrontativo. Si no tenemos permiso, nos vamos a otro espacio. Nos colamos por los agujeros del entramado social.


LAS BOMBAS DE SEMILLA

Son pelotas de arcilla, compost, agua y lógicamente, semillas, que los guerrilleros arrojan en lugares de difícil acceso, muchas veces ayudados por gomeras. La erosión de la lluvia y el viento hace su trabajo, y las semillas se desperdigan con rapidez. Esta técnica se empezó a usar a principios de siglo, arrojando las bombas de semilla desde aviones para recuperar las tierras arrasadas por incendios.

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