Alma de Nogal : Los Chalchaleros

martes, 29 de julio de 2014

El fracking no está muerto, sólo duerme. AIM DIGITAL

El fracking no está muerto, sólo duerme

La falta de licencia la social necesaria para obtener créditos de la banca internacional para aventuras extractivistas depredadoras; el artículo de la Constitución entrerriana reformada que inocentemente “asegura” a la población un medio ambiente sano y limpio; la experiencia de otros países y de otras regiones argentinas, y la mala conciencia de estar en falta aconsejan el sigilo para imponer la fractura hidráulica.
En Entre Ríos, el fracking no está muerto: sólo duerme.
En Entre Ríos, el fracking no está muerto: sólo duerme.
La fractura hidráulica o “fracking” en Entre Ríos es poco y mal conocido porque ha sido poco y mal informado por quienes debieran estar más atentos a estos problemas que a promover dirigentes políticos. En la medida en que es conocido está siendo rechazado aquí como en casi todo el mundo, donde sus desmanes ya se padecen.
El capital financiero, que con la “revolución verde” transformó el paisaje de Entre Rios y la sumió en el monocultivo de soja, el que riega con glifosato los niños de las escuelas, el que envenena ríos, arroyos y condenó a una muerte silenciosa a especies de la flora y la fauna ya desaparecidas de nuestra naturaleza, es el mismo que aconseja silencio, cautela, sigilo, paso paulatino, pies de plomo para avanzar con la fractura hidráulica.
La finalidad ya fue trazada hace tiempo y se cumplirá si permitimos que se cumpla: llevar los recursos naturales de los países periféricos, como nosotros, a los centrales, para asegurar el bajo costo de explotación con el fin de mantener alta la declinante tasa de ganancia y de ser necesario aplicar el peso de la ley a los que osen defender su salud y su vida. Con ese fin se aprobó hace tiempo la ley antiterrorista, que considera “terrorista” al que meramente reclame contra una decisión del gobierno y pretenda que haga otra cosa.
El fracking contamina y mata
El gas no convencional, que se obtiene rompiendo a presión las pizarras suberráneas para liberar los hidrocarburos que retienen, es una fuente de energía primaria importante y barata, pero contaminante y riesgosa y hace necesario aplicar recursos de engaño y presión extremos sobre las poblaciones afectadas.
La técnica de perforar pozos de mil o más metros e introducir agua con aditivos y arena a gran presión para rajar las rocas y liberar el gas se debe a que en las pizarras el metano está menos concentrado que el gas convencional y no se libera tan fácilmente y como consecuencia el daño ambiental es mayor
El agua turbia
El fracking necesita y contamina grandes cantidades de agua, una de las riquezas naturales más preciadas de Entre Ríos, que quedará en gravísimo peligro. La cantidad media de agua usada en los pozos varía en función entre 15 y 25 millones de litros por cada pozo, con el inconveniente de que cuando ya no se puede usar más es necesario depositarla en tanques porque está contaminada con sustancias químicas cuya verdadera naturaleza mantienen secreta las empresas petroleras.
Así, mientras se necesitan más y más tanques, el problema crece y no parece tener solución. Es el reclamo actual del estado de Nueva York a Pennsylvania, porque el agua contaminada de los pozos va a parar a grandes depósitos sin que se sepa qué hacer con ella.
Los venenos del fracking son secretos
Los accidentes, como roturas y vertidos son inevitables, tanto como los de tránsito sin llegar al nivel extremo del hundimiento del petrolero Exxon Valdés ni las pérdidas catastróficas de la plataforma del Golfo de México.
Bastan pequeñas emisiones durante la perforación o el transporte de materiales de desecho para contaminar las aguas superficiales y los acuíferos. Justamente por nuestra provincia pasan dos de los que Neruda llamó “rios arteriales” de América, y bajo su suelo está el acuífero Guaraní, una de las reservas de agua más importantes del mundo.
Pero otro preocupación es el daño que puede resultar del reflujo de los fluidos incógnitos usados en el fracking en el pozo. Cuando la roca ha sido rajada a una presión mayor que la usada en los tubos de gas natural comprimido, parte del fluido retrocede con los tóxicos disueltos, incluyendo materiales radiactivos del subsuelo. ya que una vez que la fractura hidráulica ha sido completada, parte del fluido retrocede llevando los productos tóxicos que se han incluido en él y materiales procedentes de los esquistos, pudendo incluir materiales radiactivos presentes en el terreno.
La imagen tradicional ponía el infierno debajo de la tierra; el fracking se encarga de hacerla realidad, trayendo a la superficie venenos, gases tóxicos, agua contaminada y sustancias radiactivas.
Además hay peligro de contaminación por los “blowouts” o liberación incontrolada de fluidos que suelen ocurrir, se dice que raramente, pero a la larga, no hay rareza que no aparezca.
Por otro lado, están las deficiencias de los materiales, casi “de cajón” en un país tercermundista que no tendrá grandes exigencias técnicas, o la presencia de condiciones inesperadas en el subsuelo, como presiones muy altas que hagan fallar las válvulas
Una opinión técnica de los ingenieros británicos es que la probabilidad de que el fracking contamine los acuíferos es baja, es decir, existe y no es nula, de modo que basta con insistir un número suficiente de veces para que al final se produzca.
En los lugares donde se ha practicado el fracking, sobre todo donde la técnica tomó por sorpresa a los pobladores que no sabían todo lo que envolvía, se han debido enfrentar casos de contaminación con metano de pozos de agua. Un caso ejemplar es el norteamericano en que al abrir las canillas no sabía agua sino fuego, porque el metano que contaminaba los pozos se encendía al salir. En Pensilvania, Colorado y Texas hubo explosiones de viviendas debido a migraciones del metano a partir de los pozos.
La cosa viene movida con el fracking
En Inglaterra, la técnica fue suspendida porque se produjeron sismos en lugares turísticos, lo que era muy mala recomendación para la industria sin chimeneas. Los temblores pueden pasar inadvertidos debido a que se producen a mucha profundidad, pero son indicio de que no hay claridad sobre el grado de afectación que una fractura puede producir en lo hondo, donde no se puede calcular con la precisión necesaria.
Donde hay fallas geológicas, como es la zona de la represa de Salto Grande donde se anuncian las primeras exploraciones, el peligro de que los sismos sean más importantes es mayor
Tras el glisosato en el suelo, el metano en el aire
El glifosato de Monsanto se vierte generoso y despreocupado en los campos, donde está produciendo un genocidio de pequeñas especies que ya no se ven y se mezcla con el agua de los arroyos y llega a los ríos sin casi ningún control. A ese problema, al que nos enfrentamos hoy, se sumará con el fracking el envenenamiento del aire con metano, el gas que se busca extraer.
En el inicio de la extracción el fluido y el gas salen mezclados y se puede producir la contaminación atmosférica por venteo o quemado. Para evitarlo es necesario un tratamiento adecuado de separación. Pero para eso se necesitan inversiones que disminuyen las ganancias amplias, fáciles y seguras que el Primer Mundo espera del tercero.
El metano liberado en el aire en grandes cantidades tiene un efecto invernadero mucho mayor que el dióxido de carbono, al que se le atribuye casi exclusivamente por ahora.
El metano aparece en el aire de manera natural, pero el 60 por ciento de las emisiones actuales son productos de la actividad humana. En la medida en que es natural, hay un equilibrio entre los procesos en el suelo y las reacciones químicas de la atmósfera para eliminarlo.
El metano no comercializable, que aparece necesariamente con la explotación comercial, se elimina mediante la quema o combustión, el venteo, la incineración o la inyección bajo tierra, por ejemplo. El venteo y la quema son procesos comunes, pero constituyen un desperdicio, una transgresión a la eficiencia que parece inaceptable para el criterio “racional” moderno.
El escape a la atmósfera del metano va acompañado por componentes orgánicos volátiles (Voc), que puede incluir ácido sulfhídrico, tan venenoso como el cianuro, anhídrido sulfuroso, anhídrido sulfúrico y sulfuro de carbono. Los Voc son precursores de las nubes tóxicas cuando se combinan con los óxidos de nitrógeno en la luz del sol.
De la Redacción de AIM

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