Alma de Nogal : Los Chalchaleros

lunes, 9 de abril de 2018

Cuando pasa que el trabajo no es salud. Por José Maria Maggi PAG. 12

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Aceiteros denuncian alta incidencia del cáncer en sus trabajadores del cordón
Cuando pasa que el trabajo no es salud
Dicen que los obreros del sector tienen el doble de posibilidades de contraer cáncer -sobre todo de piel- que la población general de la zona. Señalan además que han proliferado "químicos y agroquímicos no denunciados que son reconocidos teratógenos".
Trabajan con cereal con glifosato y manipulan aceite y grasa hidraúlica que son contaminantes.
Trabajan con cereal con glifosato y manipulan aceite y grasa hidraúlica que son contaminantes. 

Imagen: Andres Macera
El Sindicato de Aceiteros de Rosario denunció que "la población trabajadora aceitera tiene una incidencia acumulada de cáncer de más del doble que la población general del cordón industrial". Es que la Obra Social de la Industria Aceitera y Derivados, tomando como base a los trabajadores activos, los dados de baja y jubilados, comprobó estas cifras entre sus afiliados, sobre los que además puntualizó que "los casos de cáncer más frecuentes son de pulmón y colon". Los profesionales que llevaron adelante el estudio revelaron además que "mientras en la población general el tercer lugar es para próstata/riñón y vías urinarias, en aceiteros el tercer tipo de cáncer, en frecuencia, es el cáncer de piel. Esto es llamativo dado que este tipo de neoplasia es poco frecuente en la población general. Es coherente con el hecho, constatado en las licencias, de frecuentes casos de dermatopatías". "Trabajamos con cereal fumigado con glifosato, y a diario nuestros compañeros manipulan aceite y grasa hidráulica, que formalmente no se considera un producto delicado pero nuestra gente esta convencida de lo contrario", señaló Marco Pozzi, secretario de Salud laboral de la Federación de Aceiteros." Justamente el glifosato viene a las plantas, y es un producto que queda en el núcleo de las semillas que manipulamos y por más que nos digan que las mediciones están dentro de lo usual, nosotros tenemos más cáncer de piel que otras actividades"a agregó el responsable de salud. La denuncia fue recogida en un pedido de informes que el diputado Carlos del Frade presentará en la Legislatura esta misma semana, que en su texto rescata en referencia a los riesgos, que "el único cancerígeno denunciado y aceptado por la Superintendencia de Riesgos de Trabajo es el aceite mineral. El hexano es aceptado como cancerígeno por la IARC (organismo internacional a cargo de la materia), pero el estado argentino desconoce este hecho".
Por otra parte, "existe proliferación de químicos y agroquímicos no denunciados (como glifosato y arsenal) que son reconocidos teratógenos (inductores de esterilidad y malformaciones) y cancerígenos. En los grupos focales con trabajadores quedó en evidencia la ausencia o destrato en el control a la exposición de aceite mineral".
Este "cancerígeno debe ser controlado con exámenes de orina y dosaje de 1‑hidroxipireno urinario, situación que los trabajadores desconocen: ninguno recordó haber recibido una devolución de los servicios médicos sobre los valores detectados. No parece caprichoso especular sobre una situación similar a la hallada durante la realización de las mediciones de obstrucción respiratoria (donde trabajadores severamente impedidos se encontraban aún expuestos al riesgo)", sostienen el doctor Mariano Mussi, médico epidemiólogo y el psicólogo Esteban Fridman, asesores de salud del sindicato.
El secretario de Salud laboral Marco Pozzi explicó que "la población aceitera esta formada por afilados de todo el cordón industrial desde General Lagos hasta Puerto San Martín. Es decir que aquí se evaluaron trabajadores de Dreyfus, Cargill, Toepffer, Molinos, Vicentín, entre otras aceiteras".
En ese marco "tomamos los datos de todos los químicos de la planta que se usan para desmalezar por ejemplo, hasta las grasas hidráulicas, sobre los que habría que hacer análisis porque son productos cancerígenos".
Pozzi apuntó además un caso piloto: "vamos a denunciar un caso testigo que es el de un compañero despedido al que después de ocho años de trabajo, a los diez días de dejar de trabajar le detectaron un tumor en su cabeza".
Para Del Frade "estos casos constituyen, de hecho, una agresión de empresas como Cargill a la salud de santafesinos y santafesinas que se encuentran trabajando en sus plantas".
Por eso el legislador quiere saber "el registro que vienen haciendo los inspectores de los ministerios de Trabajo, Salud y Medio Ambiente, sobre las condiciones laborales en la multinacional en relación a estos riesgos cancerígenos y obrar en consecuencia".
Puntualmente una de las empresas líderes del sector como Cargill viene sosteniendo un conflicto con su personal:  hasta hoy mantenido los 33 despidos en sus plantas de Alvear y Villa Gobernador Gálvez como un deseo de disciplinamiento sindical que va más allá de lo económico, financiero o industrial.
Para del Frade los números de Cargill dan muestra clara que los despidos se mantienen por una razón política contra el gremio de los aceiteros: durante 2017, Cargill tuvo ventas por 109 mil millones de pesos. Y la misma empresa dice que ganó, utilidad neta, 2.840 millones de pesos. A pesaar de la bonanza en la primera semana de abril de 2018, agravó la situación con el cierre de sus puertas, en un claro ejemplo de lock out patronal.
"Ahora nos enteramos que además de despedir con total impunidad, la empresa, de forma silenciosa, estaría produciendo un tipo de enfermedad que, no tratada a tiempo, suele ser mortal" concluyó el legislador.

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